Santiago de Compostela

Volver a Santiago, después de más de diez años, ha sido todo un placer. No sólo por la compañía y la magnífica guía, sino por lo maravillosa que es la ciudad. Tras aterrizar a las 8 a.m. en Santiago fuimos a un rincón magnífico, el Babylon Garden Café. Está situado en Rúa de tras do Pilar 9. Un lugar maravilloso en el que apetece pasar una tarde entera charlando y disfrutando de su café (y sus churros, que están increíbles). El jardín trasero invita a acomodarse, sorprendiendo con su vegetación en pleno centro de la ciudad.

Tras un buen desayuno, el paso por la ciudad, que nos acogió con un precioso día de sol, fue maravilloso. Pasear por las calles, perderse y llegar a la Catedral se antojó el mejor plan. Por supuesto no podía faltar una visita al interior de la Catedral. 

Santiago volvió a fascinarme. Me quedé con ganas de más, de quedarme allí días enteros, descubriendo rincones de belleza infinita, en la que su esencia queda impregnada en sus calles, sus edificios eternamente. Os confieso que me he enamorado de Santiago, es por eso que he destinado un post exclusivo a esta maravillosa ciudad. Si no la conocéis, de verdad, os recomiendo que la visitéis, aunque sólo tengáis un fin de semana. Es increíble lo que puede dar de sí un par de días…

Un besazo