Blanes



Sin ninguna duda, los planes improvisados son los mejores. Sobre todo cuando tienes un amigo que nunca dice que no, y cualquier plan tiene un “Te recojo”, como respuesta. 
No tener un rumbo, dejarse llevar, perderse para después encontrarse… Decidir entre visitar una ciudad o un pueblecito de costa… Un maravilloso día de sol, tras días de lluvia continua, muchas ganas de disfrutar del tiempo libre, la buena temperatura y el mar…Y así, dejándonos llevar, llegamos a Blanes. 












Disfrutar del paseo junto al mar, saborear una cerveza, charlar sobre todo y sobre nada. Con la confianza de poder hablar de lo que sea. Ser capaces de reírnos con conversaciones ajenas o incluso meternos en ellas… Comprobar que por muchos años que pasen, no cambia nada. ¿Qué hay mejor que una amistad así?

Para ponerle el broche a un día perfecto, subimos hasta el Castell de San Joan, para apreciar la puesta de sol. ¡Increíble! Espero que las fotos hagan justicia a semejante espectáculo… Creo que estará en el top 10 de las mejores puestas de sol que he visto (Has puesto el listón muy alto esta vez!!!). 











“Un día comprendí que lo único que me voy a llevar es lo que vivo, empecé a vivir lo que me quiero llevar”



Así de sencilla es la vida, no hace falta complicarla, solo saborearla. Saber elegir lo que suma, las personas que nos aportan, que nos hacen ser mejores, los que siempre están. En eso creo que coincides conmigo, ¿no es cierto?




P.S. Chicas, que no cunda el pánico, esta joya de hombre ya está emparejado!! Y no podría estar mejor emparejado. Vuelve pronto niña, que te añoramos. 




Un besazo

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